La habitación Standard Double tenía un estilo clásico que encajaba bien con el ambiente histórico. La cama, aunque algo incómoda, proporcionó un descanso decente en un entorno tranquilo pese al ruido del exterior.

El parador tiene problemas significativos que afectan la experiencia general. El aparcamiento es escaso, lo que obliga a buscar opciones cercanas. Las instalaciones son anticuadas, con fontanería en mal estado y un sistema de calefacción que no se puede ajustar, lo que hacía calor sofocante. La falta de mantenimiento es evidente, con techos agrietados y manchas en las paredes. La televisión no funcionaba adecuadamente y el desayuno, limitado en variedad, resulta poco satisfactorio, especialmente bajo restricciones de tiempo que te obligan a comer rápido.

Un encanto en el centro histórico

Recientemente disfruté de una estancia en un precioso palacio renacentista situado en el corazón de la ciudad. Las habitaciones son amplias y cómodas, con detalles bien cuidados y vistas encantadoras. Además, la atención del personal fue excepcional, siempre amable y dispuesto a ayudar. Sin embargo, el ruido exterior se colaba un poco, lo cual puede interferir con el descanso.

La ubicación en el casco antiguo es perfecta para recorrer la ciudad. Disfruté mucho la tranquilidad en los jardines del hotel y la calidad del servicio fue excepcional cuando tuvimos un inconveniente en la habitación, ya que nos cambiaron rápidamente a una mejor. Sin embargo, el desayuno podría ofrecer más variedad y algunas áreas de la habitación necesitaban un poco de mantenimiento.

la atención del personal fue muy cordial, y el desayuno tenía productos frescos y deliciosos. está ubicado en una zona ideal, cerca del casco antiguo y varios lugares de interés.

el ruido de las habitaciones puede ser molesto a veces.

Jardines ideales para relajarse y buena comida.

La ubicación en el centro histórico es perfecta para explorar la ciudad a pie. Además, la habitación era cómoda y tranquila, lo que ayudó a mantenerme concentrado durante mis reuniones. El personal fue muy amable, especialmente en la recepción, lo que hizo que mi experiencia fuera más agradable.

El ruido en los pasillos puede ser molesto, especialmente si hay otros huéspedes cerca.

Todo bien, pero el aislamiento acústico es deficiente.

Recomiendo para viajeros que buscan encanto

La habitación era bastante amplia y cómoda, me encantó lo bien conservada que estaba. El desayuno fue una delicia, con un ambiente tranquilo y música de fondo que hacía todo más agradable.

No fue barato, pero aún así aceptable.

excelente base para explorar puntos emblemáticos de pontevedra

Disfruté de la situación del parador, ya que se encuentra en el casco antiguo, lo que lo convierte en un punto ideal para pasear y descubrir joyas como la Basílica de Santa María y la encantadora Plaza de la Verdura, todo a menos de cinco minutos caminando. además, las habitaciones son amplias y con detalles bien cuidados que hacen la estancia mucho más placentera.

un festival gastronómico en un entorno elegante

habitaciones limpias, ubicación céntrica

espera en recepción

El hotel tiene unos jardines preciosos donde puedes relajarte y disfrutar de una buena comida en su restaurante. Me encantó poder dar paseos tranquilos por los jardines, además de contar con una zona de lectura muy acogedora. Lo único a mejorar es el acceso al aparcamiento, pero eso no me arruinó la experiencia. 🌿

Qué delicia probar los productos típicos de la región! La cena en el Parador no tiene desperdicio. Probé el arroz con leche y ese postre estaba para llorar de rico. Las instalaciones son soberbias, contribuyendo a un ambiente acogedor. Además, la ubicación es tan buena que puedes encontrarte con unas cuantas joyas culinarias a dos pasos, como en O Souto Bar Restaurante o Pulpería Asador Mar Adentro.

A pesar de la experiencia genial, el desayuno se queda corto. La logística es un lío y la variedad podría mejorar, bastante más para un Parador. eché de menos que la cafetería y el lobby fueran más amplios, y subir esas escaleras sin ascensor es todo un reto con maletas.

El edificio es antiguo y precioso, bien conservado, con habitaciones cómodas. El ruido en los pasillos puede ser molesto, sobre todo por la noche.

una buena experiencia con algunos detalles a afinar

La ubicación era inmejorable, justo en el centro histórico, lo que facilitó mis paseos frecuentes. La decoración del hotel era acogedora y se notaba el cuidado en cada rincón. La cena en el restaurante fue un verdadero deleite con platos típicos, especialmente el arroz con leche.

Sin embargo, el desayuno tenía poca variedad y podría mejorar.

Disfruté de la ubicación del Parador en el casco antiguo de Pontevedra, ideal para explorar la ciudad. La decoración es acogedora y el ambiente tiene un toque especial. La cena fue inolvidable, especialmente el arroz con leche, que estaba exquisito. Sin embargo, el servicio de recepción me decepcionó. La atención en el check-in fue muy lenta y no había nadie disponible al llamar para hacer reservaciones. Además, el buffet del desayuno dejó mucho que desear, no había variedad suficiente y el zumo de naranja no era fresco. No encontré espacio para aparcar y la habitación tenía detalles que necesitaban mantenimiento. La experiencia fue buena, pero hay varios aspectos que deberían mejorar para alcanzar la calidad que uno espera de un Parador.